Algunos dicen que las mujeres contaminamos más que los hombres; esto puede ser cierto si tomamos en cuenta nuestra fisiología. Desde el momento en que comenzamos a menstruar, también comenzamos a contaminar, ya que la mayoría de las niñas y mujeres menstruantes utilizan toallas femeninas desechables. Se estima que en promedio utilizamos por lo menos 24 toallas sanitarias desechables al mes, lo cual representa un aproximado de 288 toallas al año, y si consideramos que menstruaremos por 30-40 años más, eso nos da un total de 11520 toallas sanitarias utilizadas durante toda nuestra vida. Es importante que tengamos en cuenta que si llegásemos a padecer problemas de incontinencia urinaria durante nuestra vejez o en caso extremo que necesitáramos de pañal de adulto, este número incrementará sustancialmente. Por si esto fuera poco, cuando nos convertimos en mamás, y no elegimos utilizar pañales de tela, contaminaremos por lo menos por 3 años más. Los expertos estiman que un bebé utiliza por lo menos 4000 pañales desechables durante sus primeros 3 años de vida. Y si es niña, al llegar a la adolescencia, se incorporará a las estadísticas de mujeres contaminantes por menstruación. Y así el ciclo de generación de contaminantes se repetirá alarmantemente por años, un ciclo de malas prácticas heredadas de madres a hijas. Hasta que nosotras decidamos ponerle fin. Aquí, las cuestiones son: ¿Por qué algo tan natural como la menstruación nos provoca asco?
¡Nos leemos pronto!
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Seamos honestas. Muchas de nosotras no consideramos que las toallas femeninas lavables sean una buena opción durante nuestros días. Razones para esto hay muchas, entre ellas:
"Me da flojera"... "No me gusta lavar"... "Me da un no se qué porque se quedan manchadas de sangre"... ¿cómo las voy a lavar?... "Eso es como muy a la antigüita, ¿no?"... ¿Y si huelen mal?.... ¿Y si me mancho?... Étc., étc., étc.... Cada quien tendrá sus razones y por supuesto todas son respetables. Aquí la cuestión es que nadie utilizará un producto a menos que esté convencida de ello y de sus ventajas por sobre otras opciones -de las cuales, hablaremos en una entrada futura. Si tú estás considerando utilizar las toallas ecológicas lavables, tal vez sería una buena opción comenzar a utilizar los pantiprotectores de tela. Conozco muchas chicas y mujeres adultas con incontinencia urinaria leve que los utilizan a diario. Y es que son tan cómodos y fáciles de lavar que se vuelven tan básicos como nuestra ropa interior. ¿Por qué tirar nuestro dinero, estar incómodas y generar desechos sólidos de lenta degradación si existe una alternativa para ello? Medítalo y, si te animas, ten por seguro que en Eco Mamá y Bebé encontrarás la asesoría y productos adecuados para tus necesidades. ¡Nos leemos pronto!
Existen varios diseños, tamaños y formas. Anímate a hacer el cambio a toallas de tela. Además de ahorrar y sentirte más cómoda y fresca, estarás ayudando a reducir tu huella ecológica. Checa las opciones que tenemos en Eco Mamá y Bebé.
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Acerca de míSoy Eréndira, una mamá y bióloga marina preocupada por el medio ambiente y la crianza responsable. Categorías
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Febrero 2016
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